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yuvia ([personal profile] yuvia) wrote2009-04-19 12:15 am
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Atardecer

Hay algo mágico en los correlimos. Quizá sus patitas, la velocidad con que caminan, ese aspecto frágil. La sensación que produce que algo tan liviano pueda mantenerlos unidos al suelo. Algo mágico incluso en la perfección de su nombre. Es imposible olvidar que los correlimos se llaman así: Es lo que parecen.
Pero ésta es mi opinión. Aquí empieza el problema.

Hay algo mágico en los atardeceres. Siempre he pensado (sigamos con mi opinión) que si no creciésemos, si no viviésemos desde siempre viendo ciertas cosas, si de pronto apareciésemos ya adultos en el mundo, nos quedaríamos en shock al ver todas las cosas habituales. Un atardecer, la lluvia, el mar, las nubes en el cielo. Sería interesante poder recordar los primeros años de vida, los primeros meses, saber qué fue ver "aquellas cosas" por primera vez. Yo ni siquiera recuerdo la primera vez que vi el mar o la nieve: Era demasiado pequeña, es como si todo eso hubiese existido desde siempre, desde antes de ser consciente. Recuerdo un primer amanecer. Sólo la sensación, no el lugar (sé que iba en un coche), la oscuridad desapareciendo y la luz variando.
Nos queda, de todos modos, la capacidad para sorprendernos, emocionarnos, con lo ya visto. La capacidad para ser conscientes de que por muchas veces que...(amanezca, llueva, tantas otras cosas más importantes) siempre será bello, una y otra vez.
Lo más mágico del atardecer o del amanecer, para mí, es su inexistencia. Como el barco que en realidad no se hunde en el mar. El atardecer/amanecer es sólo punto de vista, luz a través de más atmósfera caliente. Allí, allí donde parece estar el sol pero en realidad tampoco está, allí donde el barco parecería hundirse sin hacerlo, el sol está en el cénit y sólo hay azul.

Hay algo mágico en el hecho de escribir. Una magia que, al igual que la de los correlimos y la de los atardeceres, es distinta para cada persona. Y ahí sigue el problema. Para mí, la magia de escribir consiste en la libertad absoluta, por encima de todo. Sí, está otra magia, supongo que más común aún a todos  los que escriben, está la magia de los pensamientos, y los sentimientos hechos pensamientos, siendo traducidos y codificados a un lenguaje. Pasar de la incomunicación del sentimiento-pensamiento a la comunicación con todas las pérdidas de información y muros que saltar-derribar asociados. Los límites entre géneros son imprecisos pero existen. Y a mí me gusta la narrativa de ficción más que el ensayo o la narrativa no-ficción porque la libertad es mayor. Y porque no importa demasiado si no resulta realista. Y porque no hay que preocuparse de mostrar la realidad completa.
La no-ficción me da miedo. Por eso mi promesa de hace dos años de escribir un relato sobre Kafka está varada en ninguna parte. Por eso una vez publiqué aquí un cuentillo sobre Leonard Cohen y Bob Dylan pidiéndoles casi perdón, por más que estuviese basado en declaraciones de Cohen. Por eso, esto va más allá, esto es ya pura superstición, evito que mis personajes se llamen como personas cercanas a mí, evito escribir basándome en cosas que me han ocurrido y más que le han ocurrido a otras personas. Ocurre a veces, sí, pero... Pero es difícil eso de estar y mantener la distancia, estar y tener perspectiva, es como si de un modo mágico te vieses en el barco que (ahora sí) se está hundiendo en el horizonte.
Los personajes no se quejan. Puedes imaginar en tu mente que se te quejan por lo que les haces, pero sigues siendo tú imaginándolos, viéndolos desde lejos, inexistentes, sin importancia real. La objetividad es sencilla de aplicar. La exactitud no tiene un peso relevante.
No es para tanto escribir un personaje fuera de carácter.
En la poesía, eso se rompe, claro. En la poesía casi todo lo que escribo es real, pero soy yo, no otra persona, no la persona de la que hablo, soy yo respecto a otra persona. Y puedo soportar odiarme a mí misma por no escribirme bien.

El peso de escribir incorrectamente a una persona real, aunque sea un escritor muerto o un par de cantantes que jamás lo leerán, me puede. No debería, no me parece bueno, me parece cobarde. Pero me puede. Hacerlo mal me parece un error demasiado importante, el miedo a que al leerlo la persona de la que hablo, sienta que en absoluto me he acercado siquiera a expresar, a traducir correctamente desde aquí fuera, desde éste tranquilo puerto mirando el barco, los sentimientos-pensamientos, me aterroriza.
¿Tonto? Quizá.
Hace poco alguien escribió sobre mí, me describió. Era su visión y sus pensamientos al verme, ni siquiera tenía por qué acercarse a acertar, pero acertó en un pequeño punto. Y me sentí expuesta, pero fue bonito. De pronto escuchar exactamente lo que estaba sintiendo yo en aquel momento, expresado mejor de lo que yo lo habría hecho.
¿Tonto? Seguro.
Todo el mundo quiere que le escriban una canción. Bueno, quizá no todo el mundo, pero era mi sueño durante años. Y pienso en esa Mary del Mercy street de Peter Gabriel, en la Delia del Delia´s gone de Al Steward, y, qué demonios, me gustan menos las canciones de Jewel desde que sé que iban dedicadas a Jean Claude Van Damme (que sí, que seguro que es una gran persona, déjame), y pienso en lo distinto que era Henry Miller cuando Anaïs Nin le escribía respecto a cuando se escribía a sí mismo.
Y yo también quiero jugar.
Pero soy como la niña pequeña que ve a las mayores jugar a la goma. Siento que yo no llegaría.

Y ahí está la carga de saber que las mejores historias que tienes, las que conoces de verdad en todos sus matices, no las puedes contar...porque en realidad no tienes todos sus matices, tienes los de tu lado. =Poesía vale, narrativa nop.
Es también como, casualmente y quizá no, lo que contaba en el fic de antes. Una maldita cuestión de elipsis. ¿Dónde cortas?¿Cómo demonios colocas las elipsis? Pero más, ¿cómo lo haces sin perder la esencia? ¿Cómo te las arreglas, desde dentro, para expresar todo sin expresarlo todo y que funcione? Es que no interesa. Tú sabes que ahí hay para varias novelas, mejores que todo lo que puedas escribir en ficción, pero ¿cómo lo haces si tú sí estabas ahí? ¿Cómo te alejas para tomar perspectiva respecto a las personas que conoces logrando acertar si te pones lejos? ¿Cómo te alejas lo suficiente para ver el cuadro completo en el que te encuentras?
Me cito a mí misma: "Estoy demasiado cerca para que me veas". No logro creerme que puedo contar con claridad lo que tengo demasiado cerca. Necesito, en todo caso, una metáfora, y bien disfrazada para que no importe si no acierto.

Me sorprende, de verdad, me deja de piedra, la cantidad de escritores que escriben sobre su propia vida, todo ese "mito" de sólo escribir sobre lo que realmente se conoce. Lo verdaderamente genial es que a mí tambíen me aterroriza escribir sobre lo que no conozco, guerras, épocas pasadas,... Lo cierto es que sólo escribo sobre lo que conozco pero necesito hacerlo desde fuera. No estar ahí, que nadie que conozco esté ahí, que los hechos no sean los mismos, me cuesta menos captar así la esencia, despistarme con la realidad completa. Pero, ante todo, me importa menos equivocarme. Quién sabe, quizá acabe creando mundos distintos que en el fondo sean como aquel que se creaba en Momo sobre el anfiteatro: era necesario llevarse tantos elementos que al final el mundo creado era exactamente igual a aquel del que se partía.

(Si lee esto alguna de las personas que a lo largo de este tiempo me han preguntado si mis fanfics son un reflejo de mi propia vida la respuesta sigue siendo NO. Metaforizo mejor que Ende. Ahí queda eso. Pa´ chula, yo)

Todo esto para decir que no sé qué decir sobre los correlimos que miraban el atardecer. Porque sé que no llegaría. Porque en el fondo la realidad, a la que a veces te encantaría plantarle una pedazo elipsis narrativa, sigue siendo, como decía Arthur C. Clarke.
"La verdad, como siempre, será mucho más extraordinaria".

La verdad es mucho más extraordinaria.
Así es como lo veo yo.
Eh, me ha salido un ensayo.

Un abrazo.

[identity profile] rovita.livejournal.com 2009-04-19 09:25 am (UTC)(link)
Gracias. Ha sido una excelente lectura para comenzar el dia bajo las sábanas. Es domingo... no es pecado quedarse en cama y dejar que la vagancia domine. Creo que estás haciéndole cosquillas a mis dedos... sólo falta que fluyan una a una las ideas, porque mientras fluyan todas a la vez, es imposible filtrar.

[identity profile] yuvia.livejournal.com 2009-04-26 10:05 pm (UTC)(link)
Yo sí que he tenido un domingo de vagancia hoy.
De nada, me alegro que te haya gustado leerme y sigo haciendo cosquillas a tus dedos.
Ojalá vuelvas a escribir pronto.
The first lady... es mucho pedir?????

Yo sí que tengo un problema de filtro. Se me está ocurriendo ahora lo que no se me ha ocurrido en seis meses. Un horror.
Bessos

[identity profile] another-pilgrim.livejournal.com 2009-04-25 10:04 pm (UTC)(link)
He debido buscar en el diccionario qué diablos era un correlimo. Y ahora ya lo sé, gracias a vos.

En cuanto a los atardeceres y amaneceres, para disfrutarlos a pleno sólo hace falta despojarse de las capas y capas de cotidianeidad y adormecimiento con las que nos cargamos a medida que transcurre nuestra vida. Es todo un trabajo, pero la recompensa es que volverás a encontrar magia a cada paso.

Por lo demás, tienes toda la razón, y la verdad será mucho más extraordinaria. Pero, ¿sabes qué?, es también extraordinario que vos nos cuentes tu verdad, porque viene enriquecida con todo aquello que te hace única.

Besos!

[identity profile] yuvia.livejournal.com 2009-04-26 10:11 pm (UTC)(link)
Pero, una vez que lo has visto, a que tenía pinta de llamarse correlimos? :P
Son una ricura. A mí al menos me hipnotizan.

Yo soy demasiado de encontrar magia a cada paso. Es como la historia del Síndrome de Stendhal: Demasiada belleza puede matar (vale, es exagerado pero la frase quedaba mejor). Supongo que hace falta acostumbrarse a la belleza habitual para no "perder tiempo" pero es muy triste. Yo soy del tipo de personas que se paran en medio de la calle porque...yo qué sé? porque hay una flor saliendo de una grieta en el suelo.
Utilidad: Cero.

Pero hay magia a cada paso.
Siempre me ha fascinado la capacidad para acostumbrarse a la belleza hasta el punto de ignorarla...

Mi verdad es...cuántas veces he empezado un escrito aquí con un "voy a ser subjetiva/voy a intentar ser objetiva" ? Mi verdad es mi verdad, no puedo contarla bien, y la cobardía me impide contarla a secas.
Y tal.
Besos.

El ataque de los correlimos

(Anonymous) 2009-04-26 11:03 am (UTC)(link)
Fue un atardecer de abril, de esos atardeceres marinos entre resbaladizas rocas graníticas. Con la mirada hacia el Oeste. Frente a mi la amenaza de la marea trepando por las rendijas de las rocas, de esas amenaza que solo son juego, pues la perdida únicamente es un pequeño remojón. Sobre mí cabeza la amenaza de intermitente lluvia de primavera. Esas amenazas que, al fin y al cabo, son refugio para la soledad, el estado anhelado.
Además el frío, ese frío tibio deseado, ese frío asumible y solitario, al que uno le agrada enfrentar iba ese día de la mano del viento.
A retazos el sol, asomado entre las nubes, apunto de esconderse tras las islas Cíes, protectoras de la bahía, cansadas de tanto levantar nubes atlánticas.
Los pequeños correlimos fueron llegando rápidos, acrobáticos, y tras cortos acuerdos iban colocándose sobre una pequeña roca, solo una en el mar de salientes, desafiando el borde de las olas. Todos mirando inmóviles el ocaso. Unidos en la contemplación. Incluso la actividad cercana de un cormorán en su pesca increíble, a pocos metros del extraño santuario, fue incapaz de alterar la absorta mirada de los pajarillos.
Empezó a llover, también mi lluvia regreso, e intentando alejarme escondido de mi escondite me alejé con envidia.
Un abrazo.
PD. ¿Te gustaría ver correlimos conmigo?

Re: El ataque de los correlimos

[identity profile] yuvia.livejournal.com 2009-04-26 10:22 pm (UTC)(link)
Me encantaría ver correlimos contigo. Me encantaría haber visto eso y agradezco el relato porque es como estar un poco. Sentir el frío agradable un poco, y la lluvia, y la soledad, y la compañía de los correlimos.

Esto no viene a cuento, pero yo estuve en las islas Cíes antes de nacer y no he vuelto a estar después.Y siempre he querido, y siempre he tenido la idea tonta de que con sólo nombrarlas vienen un montón de imágenes a mi cabeza de cómo serán y el motivo es que en realidad yo estuve. Me ha encantado lo de "cansadas de tanto levantar nubes atlánticas". No sé ni por qué.

Encatada de leerte. De hecho, espero la continuación "Los correlimos atacan de nuevo", "No hay dos correlimos sin tres", "El pacto de los correlimos" "Correlimos reloaded"...
Tiene gracia, el título sonaba a ti, pero te he reconocido en "graníticas". Vale, no sé si tiene gracia o es preocupante o ambas.

Un abrazo

PD: Aves, a-ves!!!!!!!