No tengo respuestas, salvo la patética de "es que es así". Supongo que son ese tipo de historias grabadas a fuego en el inconsciente (y no tan inconsciente) colectivo. No se si se teme que los juguetes decidan la orientación sexual futura. Más bien creo que es algo aún más tonto y más peligroso: el tremebundo qué dirán. ¿Qué dirán si mi niña tira de espada láser? Y muchísimo peor aún, ¿qué dirán si mi niño se pasa el día haciendo peinados a la barbie? Cuestión de imagen una vez más. Igual que las quinceañeras tienen que ser monísimas de la muerte y no pasar de una talla 34, las niñas tienen que ser dulces prediseños de mamá. Y de todas formas, lo que yo no entiendo es lo de la mera existencia de la sección malva-rosa, porque pudiendo elegir, me parece de cajón que lo de la sección verde-azul es muchísimo más atrayente y todos los niños (niños y niñas quiero decir) se irían allí si no fuera por los papás-mamás de turno. No compares. Entre ser la princesa Leia o ser sólo princesita, no hay color. Y de todas formas, lo que mola de verdad es jugar a ser Han Solo. Será que yo he sido también niña que jamás le vio ningún chiste a las muñecas y, de hecho, en mi infancia sólo recuerdo haber tenido una y en plan adorno sobre la cama.
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Date: 2010-01-09 10:30 pm (UTC)Y de todas formas, lo que yo no entiendo es lo de la mera existencia de la sección malva-rosa, porque pudiendo elegir, me parece de cajón que lo de la sección verde-azul es muchísimo más atrayente y todos los niños (niños y niñas quiero decir) se irían allí si no fuera por los papás-mamás de turno. No compares. Entre ser la princesa Leia o ser sólo princesita, no hay color. Y de todas formas, lo que mola de verdad es jugar a ser Han Solo. Será que yo he sido también niña que jamás le vio ningún chiste a las muñecas y, de hecho, en mi infancia sólo recuerdo haber tenido una y en plan adorno sobre la cama.