Series y series y series
May. 23rd, 2010 07:47 pm![[personal profile]](https://www.dreamwidth.org/img/silk/identity/user.png)
Día 02 – Un programa/serie que desearías que más gente viese.
En los últimos años, probablemente debido a este blog y a que puedo explayarme aquí cuanto quiero, doy mucho menos la lata con lo de empeñarme en que los demás vean cosas que me gustan. Lo que está bien, porque igual era un poco pesada con eso. Ya sabéis, lo típico: “Es muy bueno”, “Tienes que verlo”, sacudir por los hombros gritando “¡¿Cómo es posible?! ¿Cómo puedes seguir viviendo sin haberlo visto?”, esas cosas que todos hacemos.
En los últimos tiempos, sin embargo, hay una serie que me ha devuelto a ese estado. Me cuesta, de verdad, no para a la gente por la calle para recomendarla.
Así que, aprovechando el meme, os voy a vender una serie. No puedo sacudiros por los hombros y gritar, ni ataros delante de una tele... ¡Lástima! Pero allá va un poco de spam. Si tienes un rato, pincha aquí abajo y, sin referencias ni spoilers ni necesitar conocimiento previo, intentaré vendértela.
Por supuesto, hablo de Doctor Who.
El precio a pagar para ver Doctor Who es un poco de fe. Nada más. Tienes que querer jugar, tienes que estar dispuesto a creerte unas cuantas cosas increíbles, el resto corre de su cuenta.
Doctor Who trata de un extraterrestre de aspecto humano que se hace llamar El Doctor. Viaja a través del tiempo y el espacio en una nave, la TARDIS, con aspecto de cabina, cuyo interior es más grande que el exterior. Allá donde va, se encuentra situaciones en las que intenta ayudar en lo que puede. No le gusta estar solo, por lo que se lleva de paseo por el Universo a quien se apunte.
Doctor Who es delirante pero está hecha muy en serio. Infantil, en apariencia, compleja y adulta en realidad. Es una serie de género fantástico cargada de comedia y de drama.
Doctor Who no va de nada, porque va de todo. En cada episodio habrá una amenaza más o menos extrema según el caso, puede ser el fin de todos los Universos, una calle en la que desaparecen niños, la erupción del Vesubio o una serie de asesinatos que resolver con la ayuda de Agatha Christie. Entre líneas, puede tratar del uso de las mentiras para controlar una sociedad, de la necesidad de sentirse acompañado y querido, de la irracionalidad de la guerra, el miedo a lo desconocido, el poder de la televisión o injusticias y desigualdades sociales de todo tipo.
Salvo contadas excepciones, en cada episodio se combinan ambas cosas: La acción, el misterio o el terror (los tres a menudo) y la reflexión sobre cuestiones trascendentes humanas o sociales. Siempre con mucho humor, con ritmo en la narración, con diálogos ingeniosos. Con diálogos absolutamente geniales.
Serían criticables los efectos especiales o la ambientación, sólo que el motivo de que no estén a la altura es más la impresionante carga imaginativa de las historias que trata que el que el presupuesto se quede corto.
Los personajes son interesantes, protagonistas y secundarios. Hay casos, por supuesto, hay excepciones, pero es raro ver un personaje hueco. En un único episodio, a pesar de toda la acción y de los protagonistas, hay secundarios con personalidad perfectamente definida.
Las interpretaciones son, de media, fantásticas. De nuevo, tanto en protagonistas como en secundarios.
La dirección realmente buena.
Los guiones inteligentes, ingeniosos, trabajados, imaginativos, grandes historias y detalles cuidados... y muy muy buenos.
Es fantasía, es una serie que tiene como norma el “Todo vale”. Con esto quiero decir que no es cuestión de plantearse el realismo, ni de lejos, pero tampoco que sea verosímil el último requiebro con el cuál se salva la situación. Ni el conjunto, ni las bases, ni algunos puntos del desarrollo global de la historia, ni nada que no sea el fondo que se trata en esas historias o las reacciones de los personajes. Ahí sí hay coherencia y desarrollos bien llevados.
Hay que querer jugar, único precio, a cambio siempre hay diversión, emoción, intriga, imaginación en cantidades astronómicas.
¿De qué trata en realidad Doctor Who? Esa es una buena pregunta y lo cierto es que no sé la respuesta. Sé que no trata de esas estufas con desatascador y batidora que quieren exterminarlo todo, ni de los hombres cibernéticos perfectamente eficientes por no tener sentimientos, ni de si existe o no un demonio que lanza fuego por la boca, ni de una cabina viajando a través del espacio. Todo eso da igual.
En parte sólo es una serie divertida para pasar el rato viendo como un héroe salva el mundo en el último momento con una frase ingeniosa. Sería sólo eso, si no fuese porque, constantemente, a quienes escriben se les ocurre el modo de colar una reflexión sobre la naturaleza humana, o plantear una situación éticamente compleja, o realizar una crítica social, y todo ello sin que deje de ser emocionante y divertido.
En parte es la historia de ese héroe, no humano pero extremadamente humano.
(Después de un buen rato tratando de escribir cómo es el Doctor... desisto. Simplemente es EL DOCTOR)
Hay una bonita definición en un episodio, pero en el mismo episodio hay otra que me gusta aún más: “Nunca levantó la voz. Eso fue lo peor de todo – la furia del Señor del Tiempo – y entonces descubrimos por qué. Por qué este Doctor, que había luchado con dioses y demonios, por qué había huido de nosotros escondiéndose... Estaba siendo benévolo.”
Pero él se define de otro modo. A la pregunta de “Nombre, rango e intenciones”, responde “El Doctor, Doctor, Diversión”.
Doctor Who es fantasía, es magia, es imaginación, es comedia, es drama, es terror, es romance y es un paradigma de cómo combinarlo todo, de cómo hacer algo extremadamente divertido y profundo a la vez, con inteligencia.
Es una historia, son un montón, sobre compañerismo, sobre amistad y sobre amor, sobre cómo lo único imprescindible para viajar es una mano que coger, sobre la tolerancia, el respeto a la diferencia, la pasión por conocer, sobre inteligencia venciendo a la violencia y un montón de cosas más.
Porque lo único seguro viajando con el Doctor es que no sabes qué vas a encontrarte... pero será fantástico.
Si empiezas a verla y, por lo que sea, no te convence, tenemos oferta especial de buenos episodios que se pueden ver de forma casi independiente:
-Dientes y garras (2x02)
-La chica en la chimenea (2x04)
-Parpadeo (3x10)
-Medianoche (4x10)
Y, un video, porque sí. Tiene imágenes de cuatro temporadas, no spoilers (más que nada porque no se sabe de dónde vienen las cosas si no has visto la serie) pero... vamos, que se ven cosas.
Día 03 – Tu programa nuevo favorito (de esta temporada)
Pues sólo estoy viendo una serie que haya empezado esta temporada y es V. No es una gran serie, la verdad es que no, pero está divertida. Tiene una protagonista maja, un grupo de resistencia que parece un grupo de terapia psicológica hecho con los que no cabían en ningún otro, un niño tonto, una niña repelente, al Krycek ocultándose en el bosque a la espera de su gran momento para acabar con los aliens, una mala malosa hiperreproductora, un doble agente con menos carisma que una rosquilla y UST con voto de castidad de por medio. Los buenos corren de un lado a otro intentando estrategias de patio que les salen mal y los malos ponen cara de malos y se quedan pensativos con sonrisilla de “Qué lista soy”.
La verdad es que mola.
Día 04 – Tu favorito de todos los tiempos.
Me lo he pensado, pero ha sido sólo por hacerme la interesante. Sabía desde el primer momento que iba a decir Expediente X.
Por la oscuridad, las linternas, los sacos de dormir, las habitaciones de motel, las conversaciones en el coche, los lápices en el techo, las gabardinas, un paraguas para dos, las revisiones de nuca, el “Te quiero-Lo que faltaba”, Skinner con cara de cabreo, las cejas de Scully, Mulder explicando una maravillosa teoría, o una teoría no maravillosa, o una idea absurda... o lo que sea. Por las pistolas perdidas, por las cosas viscosas, por aquella foto en el despacho y por el despacho completo, por el sofá de Mulder, por las pipas, por Scully con sombrero, por Cher, por Byers eternamente enamorado, por Frohike llevándole flores a Scully, por las camisetas de Langly, por Krycek besando a Mulder, por Scully besando a Skinner, porque haya té helado en la bolsa, porque Okobodge puede sonar sexy, por “Plan 9 del espacio exterior”, por Bamby, porque lo inteligente es sexy, por Mulder tratando de salvar a Skinner del “Bicho”, por aquel helado, porque alguien había pensado que las mejores relaciones se basaban en la amistad, por las manos cogidas en aquella ambulancia, porque el mundo no se acabó, por el Fumador queriendo ser escritor, “porque los vampiros no existen”, porque “Además, yo estaba drogada” y “Locura compartida” son algunas de las explicaciones que el jefe ya acepta como si nada. Por la verdad, que está ahí fuera, por la búsqueda como forma de vida, porque “si nos rendimos, ellos ganan”, porque quizá aún hay esperanza, por las llamadas en mitad de la noche, por esos momentos en los que se decía tanto, tanto tanto, mucho más de lo que se debía decir a esas horas, por la odiosa abeja, porque Mulder siempre tenía una frase perfecta y Scully siempre parecía tener que irse corriendo a no se sabe dónde cuando él la decía, porque Scully tardó años en entender la diferencia entre frente y labios.
Por la confianza, la esperanza y el amor, extraterrestres, bichos raros, fantasmas, manipulaciones gubernamentales, dolor y enfermedad y abducciones y todo a través... Verdad, lucha, confianza, esperanza y amor.
Por los abrazos, por las miradas, por todos los pasillos. Porque durante nueve años “quizá no tuvimos pruebas sobre los fenómenos paranormales, pero sí sobre cosas más importantes.”
Y podría decir mucho más pero ya lo dije aquí, sobre la serie, y aquí, sobre Mulder y Scully.
Y, por último, ese momento.