No puedo hablar de poesía sin hablar de él: Antonio Machado.
Yo voy soñando caminos de la tarde. ¡Las colinas doradas, los verdes pinos, las polvorientas encinas!... ¿Adónde el camino irá? Yo voy cantando, viajero a lo largo del sendero... -La tarde cayendo está-. "En el corazón tenía la espina de una pasión; logré arrancármela un día; ya no siento el corazón."
Y todo el campo un momento se queda, mudo y sombrío, meditando. Suena el viento en los álamos del río. La tarde más se oscurece; y el camino que serpea y débilmente blanquea, se enturbia y desaparece.
Mi cantar vuelve a plañir; "Aguda espina dorada, quién te pudiera sentir en el corazón clavada."
WOW.
En fin. Siempre he sido una negada con algo tan sublime como la poesía. Por mucho que he intentado aprenderme mis favoritas, especialmente después de ver esas pelis de poetas en las universidades inglesas, pues nada, no hay manera. Eso sí, sé con una certeza total y absoluta que las famosas estrofas de "Cantares" fueron las primeras que conservé en mi memoria... No sé si gracias a Serrat, pero si fue por él, ¡le agradezco la parte que le toca! Esas palabras de Machado me llegan alma, no tengo otra manera de decirlo:
Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre el mar.
Nunca persequí la gloria, ni dejar en la memoria de los hombres mi canción; yo amo los mundos sutiles, ingrávidos y gentiles, como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse de sol y grana, volar bajo el cielo azul, temblar súbitamente y quebrarse...
Nunca perseguí la gloria.
Caminante, son tus huellas el camino y nada más; caminante, no hay camino, se hace camino al andar.
Al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino sino estelas en la mar...
Hace algún tiempo en ese lugar donde hoy los bosques se visten de espinos se oyó la voz de un poeta gritar "Caminante no hay camino, se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso...
Murió el poeta lejos del hogar. Le cubre el polvo de un país vecino. Al alejarse le vieron llorar. "Caminante no hay camino, se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso...
Cuando el jilguero no puede cantar. Cuando el poeta es un peregrino, cuando de nada nos sirve rezar. "Caminante no hay camino, se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso.
Después, cuando más mayor descubrí la biografía de Machado y su triste final en el exilio, tan solo en el mundo, casi muriendo a causa de la tristeza... "Caminante no hay camino, solo estelas en la mar". La verdad es que no puedo evitar estremecerme cada vez que leo este poema.
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Date: 2007-08-18 11:27 pm (UTC)Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
-La tarde cayendo está-.
"En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logré arrancármela un día;
ya no siento el corazón."
Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.
La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y débilmente blanquea,
se enturbia y desaparece.
Mi cantar vuelve a plañir;
"Aguda espina dorada,
quién te pudiera sentir
en el corazón clavada."
WOW.
En fin. Siempre he sido una negada con algo tan sublime como la poesía. Por mucho que he intentado aprenderme mis favoritas, especialmente después de ver esas pelis de poetas en las universidades inglesas, pues nada, no hay manera. Eso sí, sé con una certeza total y absoluta que las famosas estrofas de "Cantares" fueron las primeras que conservé en mi memoria... No sé si gracias a Serrat, pero si fue por él, ¡le agradezco la parte que le toca! Esas palabras de Machado me llegan alma, no tengo otra manera de decirlo:
Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre el mar.
Nunca persequí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse...
Nunca perseguí la gloria.
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...
Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso...
Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso...
Cuando el jilguero no puede cantar.
Cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso.
Después, cuando más mayor descubrí la biografía de Machado y su triste final en el exilio, tan solo en el mundo, casi muriendo a causa de la tristeza... "Caminante no hay camino, solo estelas en la mar". La verdad es que no puedo evitar estremecerme cada vez que leo este poema.
Besitos