Escribo, luego existo
Apr. 15th, 2009 01:46 am![[personal profile]](https://www.dreamwidth.org/img/silk/identity/user.png)
Estoy volviendo a escribir fanfic con ganas. No es que lo estuviese haciendo sin ellas, pero lo hacía más como excusa para escribir. La verdad es que he pasado unos meses (meses!!!!!!!!!) en los que he llegado a pensar varias veces (varias!!!!!!!!!!!!!!!!!!) que igual había llegado a un momento de mi vida en el que dejaría de escribir (dejar de escribir!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!) Y no me refiero a lo que se ve por aquí, a fanfic, eso tampoco sería tan grave, sino a dejar de escribir narrativa y también poesía, me refiero a dejar de escribir en todas sus variantes (salvo, curiosamente, en el LJ).
De ahí la sensación de escribir fanfic como excusa más que con ganas, como salvavidas ante la pregunta asociada a dejar de escribir que es ¿Cómo es la vida después de dejar de escribir?
Apenas recuerdo cómo era la vida antes de empezar a escribir, sé que existió y yo estuve ahí, recuerdo algunas cosas como que veía películas y leía libros soñando con que alguna vez, cuando fuera mayor, quería hacer eso. Recuerdo que pasaba la mayor parte del tiempo soñando despierta y me preguntaba qué se podía hacer con esas cosas que imaginaba. Sí, eso era la vida antes de empezar a escribir, en aquellos tiempos en que todavía tenía que darle la mano a alguien para poder cruzar la calle. Es una tontería, pero recuerdo que cuando mandaban hacer una redacción en el colegio yo no lo consideraba un ejercicio más. No quiero decir que disfrutase haciéndolo ni que me alegrase, de hecho me costaba bastante, sino que lo veía como algo radicalmente distinto. Quizá porque los ejercicios tienen respuestas correctas e incorrectas y están en el libro. Una redacción no está en ningún libro, tienes que meterte en tu mente y contar lo que hay ahí. Da igual que trate sobre el tema del libro, tienes que meter el tema del libro en tu mente y decir lo que hay ahí. Nunca es correcta ni incorrecta. "No la puedes copiar". Es tuya.
Alguien me preguntó una vez si me consideraba una escritora. A decir verdad me pareció una pregunta irónica...pero también absurda por definición (tenía que contestarla por escrito, ja). No creo que ser escritora dependa de publicar lo que escribes, ni de hacerlo bien, ni de hacerlo a menudo, ni de hacerlo con método, ni de cuidar lo que escribes siquiera. Es el modo en que funciona tu mente.
Así que dejar de escribir es una idea que me aterroriza porque no sé cómo funcionan las cosas sin ello. No puedo imaginar mi mente sin personajes y situaciones, sin líneas de diálogo, sin palabras que se mueven y recolocan para ver en qué posición adquieren un sentido completo, sin elementos dramáticos buscando un sentido común, sin conceptos en desarrollo, sin búsqueda constante de continuidades y finales que cierran círculos o abren puertas.
Mientras lo pienso, visualizo a todos mis personajes arrastrando maletas en una habitación gris con las paredes cubiertas de circunvoluciones y destellos de conexiones neuronales, todos con una cara de cabreo impresionante, descargando los unos contra los otros "¿Has recogido el final de nuestra historia? ¿Cómo que no lo encuentras? ¿Cómo que cuál? Pues el bueno, ¿cuál va a ser? Encima que nos echa nos vamos a llevar el final en que morimos tras largos años de sufrimiento."
"Venga, sentaos todos y hagamos un recuento a ver si hemos recogido todos los "recursos fáciles repetidos mil veces y desencadenantes de acción". Ya, ya sé que son muchos, por eso hay que hacer un recuento. A ver, ¿quién se lleva "la típica borrachera en la que el personaje acaba confesando sus verdaderos sentimientos"?¿Cómo que estabas demasiado borracho para acordarte mientras le contabas al amor de tu vida lo terrible que te resulta que la pirada de Yuvia no os escribiese un final feliz?"
(Sé que es triste, pero no os podéis imaginar la cantidad de borracheras desencadenantes de confesión que llegué a escribir al principio)
Y al final esa habitación de mi cerebro se queda casi vacía, con restos aquí y allá, parecen fluir pero permanecen inmóviles, como relojes de Dalí: un puñado de fresas que no se decidió a quién pertenecía (Sonia y Scully habían decidido ya repartírselo a medias, pero Mulder y Alberto empezaron a discutir sobre que era demasiado importante. Ellas se miraron, Sara murmuró un "Es que son unos románticos", Scully se echó a reir y les dejaron ahí); unas cosquillas hechas en la tarima de un teatro ("Dijimos que esto siempre quedaría aquí", dijo Esperanza, y él sintió de nuevo ese dolor de tener que recordarle las realidades inamovibles, prefirió callar); unos gajos de limón para el tequila en una habitación de hotel ("Nos tuvo toda la historia viajando sin dejar ni un rastro de nuestro paso, ahora que se aguante");hormigas en una tienda de campaña ("Están por todas partes, y son hormigas...déjalas que vivan su vida"). Hay un eco lejano de canciones pop , pasa el inevitable corredor de la estepa (ya sabéis, los hierbajos de las películas de vaqueros) que nunca conseguí incluir en ninguna historia, los destellos de las paredes se han apagado y la habitación colapsa. Entonces el conjunto de mi cerebro es consciente de que se ha quedado medio vacío, hay una reunión de crisis (que se parece peligrosamente al episodio "¿Qué ocurre durante el orgasmo?" de "Todo lo que siempre quiso saber sobre sexo y nunca se atrevió a preguntar" de Woody Allen. No, en serio, ahí está Burt Reynolds (era él, verdad???) estirándose en un bostezo y diciendo
-Bueno, ¿qué tenemos hoy?¿Cómo? ¿Que el departamento de historias ha colapsado? ¿Y qué vamos a hacer ahora?
Mira a la directora de la sección científica que está llorando en el suelo
-Es que yo...es que...es que, claro, yo en el tiempo de ocio...yo puedo hacer muchas más cosas, pero piensa en el horario laboral. Mientras ella trabaja yo suelo estar con los personajes, mano a mano....ahora me voy a aburrir mucho y cuando me aburro no rindo. Además, casi todo lo que hago es impulsado por el sentimiento de culpa-el sentimiento de culpa, el mono del armario de Padre de familia, mira amenazante a la del departamento científico-por haberse pasado media carrera escribiendo en vez de estudiar. No sé, no sé cómo enfocarlo ahora. ¿Qué va a ser de mí?
-Sentimiento de culpa, haz algo-dice Burt Reynolds.
Al mono, aún con mirada amenazante, se le escapa una lágrima al pensar en cuál va a ser el propósito de su vida ahora que Mulder se ha ido. Ya nunca más podrá inspirar nada bello salvo alguna que otra aportación a ONGs.
-¡Tú también, sentimiento de culpa! Necesito a alguien que me dé respuestas, el cerebro ha colapsado, está medio vacío, ¿es que no lo entendéis? ¿Dónde está el departamento de "hacer cosas útiles con el cerebro"?
Earl, Earl el de "Me llamo Earl", aparece por la puerta rascándose la barriga.
-Sí, esto, ¿lo qué me decías?
-¿Podemos hacer algo útil con el medio cerebro vacío que nos ha quedado?
-Sí, esto...podríamos hacer el bien o algo, ¿no?
-Oh, es maravilloso saber que siempre puedo contar con el departamento de hacer cosas útiles. Líbido, sólo nos quedas tú.
Líbido, recostada en su cama de 4x4(metros), pestañea lentamente con una sonrisa de suficiencia.
-Sabía que llegaría mi momento.
En realidad está desolada por la pérdida, por todas las pérdidas, las habitaciones oscuras del fanfic-Expediente X, los callejones de Sunnydale, la luminosidad tenue y los besos lentos del fanfic-House, todas las posibilidades del fanfic-Californication no explotadas aún, el velero de Desmond sin estrenar, quedaba tanto por hacer, tanto...Incluso recoge al mono-sentimiento de culpa lloroso, sintiendo por primera vez que algo les une. Mulder, Spike, Hank, Desmond, Joe, Wilson, el recién llegado Jacob, soso pero prometedor, todos perdidos. (y eso sin nombrar la ficción original, que sería demasiado largo de contar)
Pero Líbido es fuerte.
-No soy lo que era hace quince años...pero como bien sabes siempre he querido dominar este cerebro. Tú darme carta blanca y despreocúpate.
Burt Reynolds mira a Earl como quien se agarra a un clavo ardiendo, pero Earl está abstraído...rascándose la barriga.
-Haced que vuelvan. Colaborad todos, poneros de acuerdo por una vez, y haced que vuelvan. Este cerebro no es nada sin ellos. No funciona.
En fin. Metáforas aparte y sensación más que extraña ante la idea de que Burt Reynolds dirija mi cerebro dejada a un lado, el caso es que no me imagino la vida sin escribir. Por suerte, todo esto ha sido "sólo un sueño", ha acabado, y una vez más que haya existido servirá para que la próxima vez que me ocurra algo similar no me muera tanto de miedo. No sé si existe vida después de dejar de escribir, pero suena a caos total.
Y estoy escribiendo fanfic con ganas, con la idea ahí dando vueltas mucho antes de sentarme, sin tener que esforzarme en pensar. No digo que salga bien, pero sale solo. Y eso es como volver a casa, eso es como un cerebro no colapsado.
Escribo, luego existo.
Besos.
De ahí la sensación de escribir fanfic como excusa más que con ganas, como salvavidas ante la pregunta asociada a dejar de escribir que es ¿Cómo es la vida después de dejar de escribir?
Apenas recuerdo cómo era la vida antes de empezar a escribir, sé que existió y yo estuve ahí, recuerdo algunas cosas como que veía películas y leía libros soñando con que alguna vez, cuando fuera mayor, quería hacer eso. Recuerdo que pasaba la mayor parte del tiempo soñando despierta y me preguntaba qué se podía hacer con esas cosas que imaginaba. Sí, eso era la vida antes de empezar a escribir, en aquellos tiempos en que todavía tenía que darle la mano a alguien para poder cruzar la calle. Es una tontería, pero recuerdo que cuando mandaban hacer una redacción en el colegio yo no lo consideraba un ejercicio más. No quiero decir que disfrutase haciéndolo ni que me alegrase, de hecho me costaba bastante, sino que lo veía como algo radicalmente distinto. Quizá porque los ejercicios tienen respuestas correctas e incorrectas y están en el libro. Una redacción no está en ningún libro, tienes que meterte en tu mente y contar lo que hay ahí. Da igual que trate sobre el tema del libro, tienes que meter el tema del libro en tu mente y decir lo que hay ahí. Nunca es correcta ni incorrecta. "No la puedes copiar". Es tuya.
Alguien me preguntó una vez si me consideraba una escritora. A decir verdad me pareció una pregunta irónica...pero también absurda por definición (tenía que contestarla por escrito, ja). No creo que ser escritora dependa de publicar lo que escribes, ni de hacerlo bien, ni de hacerlo a menudo, ni de hacerlo con método, ni de cuidar lo que escribes siquiera. Es el modo en que funciona tu mente.
Así que dejar de escribir es una idea que me aterroriza porque no sé cómo funcionan las cosas sin ello. No puedo imaginar mi mente sin personajes y situaciones, sin líneas de diálogo, sin palabras que se mueven y recolocan para ver en qué posición adquieren un sentido completo, sin elementos dramáticos buscando un sentido común, sin conceptos en desarrollo, sin búsqueda constante de continuidades y finales que cierran círculos o abren puertas.
Mientras lo pienso, visualizo a todos mis personajes arrastrando maletas en una habitación gris con las paredes cubiertas de circunvoluciones y destellos de conexiones neuronales, todos con una cara de cabreo impresionante, descargando los unos contra los otros "¿Has recogido el final de nuestra historia? ¿Cómo que no lo encuentras? ¿Cómo que cuál? Pues el bueno, ¿cuál va a ser? Encima que nos echa nos vamos a llevar el final en que morimos tras largos años de sufrimiento."
"Venga, sentaos todos y hagamos un recuento a ver si hemos recogido todos los "recursos fáciles repetidos mil veces y desencadenantes de acción". Ya, ya sé que son muchos, por eso hay que hacer un recuento. A ver, ¿quién se lleva "la típica borrachera en la que el personaje acaba confesando sus verdaderos sentimientos"?¿Cómo que estabas demasiado borracho para acordarte mientras le contabas al amor de tu vida lo terrible que te resulta que la pirada de Yuvia no os escribiese un final feliz?"
(Sé que es triste, pero no os podéis imaginar la cantidad de borracheras desencadenantes de confesión que llegué a escribir al principio)
Y al final esa habitación de mi cerebro se queda casi vacía, con restos aquí y allá, parecen fluir pero permanecen inmóviles, como relojes de Dalí: un puñado de fresas que no se decidió a quién pertenecía (Sonia y Scully habían decidido ya repartírselo a medias, pero Mulder y Alberto empezaron a discutir sobre que era demasiado importante. Ellas se miraron, Sara murmuró un "Es que son unos románticos", Scully se echó a reir y les dejaron ahí); unas cosquillas hechas en la tarima de un teatro ("Dijimos que esto siempre quedaría aquí", dijo Esperanza, y él sintió de nuevo ese dolor de tener que recordarle las realidades inamovibles, prefirió callar); unos gajos de limón para el tequila en una habitación de hotel ("Nos tuvo toda la historia viajando sin dejar ni un rastro de nuestro paso, ahora que se aguante");hormigas en una tienda de campaña ("Están por todas partes, y son hormigas...déjalas que vivan su vida"). Hay un eco lejano de canciones pop , pasa el inevitable corredor de la estepa (ya sabéis, los hierbajos de las películas de vaqueros) que nunca conseguí incluir en ninguna historia, los destellos de las paredes se han apagado y la habitación colapsa. Entonces el conjunto de mi cerebro es consciente de que se ha quedado medio vacío, hay una reunión de crisis (que se parece peligrosamente al episodio "¿Qué ocurre durante el orgasmo?" de "Todo lo que siempre quiso saber sobre sexo y nunca se atrevió a preguntar" de Woody Allen. No, en serio, ahí está Burt Reynolds (era él, verdad???) estirándose en un bostezo y diciendo
-Bueno, ¿qué tenemos hoy?¿Cómo? ¿Que el departamento de historias ha colapsado? ¿Y qué vamos a hacer ahora?
Mira a la directora de la sección científica que está llorando en el suelo
-Es que yo...es que...es que, claro, yo en el tiempo de ocio...yo puedo hacer muchas más cosas, pero piensa en el horario laboral. Mientras ella trabaja yo suelo estar con los personajes, mano a mano....ahora me voy a aburrir mucho y cuando me aburro no rindo. Además, casi todo lo que hago es impulsado por el sentimiento de culpa-el sentimiento de culpa, el mono del armario de Padre de familia, mira amenazante a la del departamento científico-por haberse pasado media carrera escribiendo en vez de estudiar. No sé, no sé cómo enfocarlo ahora. ¿Qué va a ser de mí?
-Sentimiento de culpa, haz algo-dice Burt Reynolds.
Al mono, aún con mirada amenazante, se le escapa una lágrima al pensar en cuál va a ser el propósito de su vida ahora que Mulder se ha ido. Ya nunca más podrá inspirar nada bello salvo alguna que otra aportación a ONGs.
-¡Tú también, sentimiento de culpa! Necesito a alguien que me dé respuestas, el cerebro ha colapsado, está medio vacío, ¿es que no lo entendéis? ¿Dónde está el departamento de "hacer cosas útiles con el cerebro"?
Earl, Earl el de "Me llamo Earl", aparece por la puerta rascándose la barriga.
-Sí, esto, ¿lo qué me decías?
-¿Podemos hacer algo útil con el medio cerebro vacío que nos ha quedado?
-Sí, esto...podríamos hacer el bien o algo, ¿no?
-Oh, es maravilloso saber que siempre puedo contar con el departamento de hacer cosas útiles. Líbido, sólo nos quedas tú.
Líbido, recostada en su cama de 4x4(metros), pestañea lentamente con una sonrisa de suficiencia.
-Sabía que llegaría mi momento.
En realidad está desolada por la pérdida, por todas las pérdidas, las habitaciones oscuras del fanfic-Expediente X, los callejones de Sunnydale, la luminosidad tenue y los besos lentos del fanfic-House, todas las posibilidades del fanfic-Californication no explotadas aún, el velero de Desmond sin estrenar, quedaba tanto por hacer, tanto...Incluso recoge al mono-sentimiento de culpa lloroso, sintiendo por primera vez que algo les une. Mulder, Spike, Hank, Desmond, Joe, Wilson, el recién llegado Jacob, soso pero prometedor, todos perdidos. (y eso sin nombrar la ficción original, que sería demasiado largo de contar)
Pero Líbido es fuerte.
-No soy lo que era hace quince años...pero como bien sabes siempre he querido dominar este cerebro. Tú darme carta blanca y despreocúpate.
Burt Reynolds mira a Earl como quien se agarra a un clavo ardiendo, pero Earl está abstraído...rascándose la barriga.
-Haced que vuelvan. Colaborad todos, poneros de acuerdo por una vez, y haced que vuelvan. Este cerebro no es nada sin ellos. No funciona.
En fin. Metáforas aparte y sensación más que extraña ante la idea de que Burt Reynolds dirija mi cerebro dejada a un lado, el caso es que no me imagino la vida sin escribir. Por suerte, todo esto ha sido "sólo un sueño", ha acabado, y una vez más que haya existido servirá para que la próxima vez que me ocurra algo similar no me muera tanto de miedo. No sé si existe vida después de dejar de escribir, pero suena a caos total.
Y estoy escribiendo fanfic con ganas, con la idea ahí dando vueltas mucho antes de sentarme, sin tener que esforzarme en pensar. No digo que salga bien, pero sale solo. Y eso es como volver a casa, eso es como un cerebro no colapsado.
Escribo, luego existo.
Besos.
no subject
Date: 2009-04-15 06:10 am (UTC)Es weird... cuando estoy muy de lleno en la vida real, mis dedos se apagan. Tengo que desconectarme otra vez.
no subject
Date: 2009-04-17 12:39 am (UTC)Pero espero que encuentres tiempo para escribir. Lo primero, por puro egoísmo, porque me gusta mucho como escribes. Lo segundo, por una especie de concepto del orden cósmico, porque alguien que escribe como tú lo haces debería escribir y si no lo hace...no sé, el universo debería notarlo y una linda mariposa moriría al otro lado del mundo o algo así. Y también porque creo que si algo gusta una debería tener tiempo para hacerlo, a gusto.
Espero que encuentres tiempo y energía. Sea cuando sea, seguro que llegará. Es lo que digo: Es algo que se lleva dentro y siempre acaba reapareciendo.
Besos, Rovi. Mis mejores deseos.
no subject
Date: 2009-04-15 08:03 am (UTC)Escribo, luego existo."
Ahí lo has clavado y definido por completo. Es como volbver a casa...no es tu casa si no escribes, falta algo, es un sitio ajeno y gris, vacío, con los cristales sucios. con suelos de baldosas de cuadros como los que poblaban las pesadillas más aterradoras de mi niñez. Yo creo que en el único lugar que somos libres es dentro de nuestras cabezas. Si te quitan eso simplemente te mueres, aunque sigas caminando.
Enhorabuena por la nueva llegada de inspiración y ganas de seguir y disfrútalas hermosa.
no subject
Date: 2009-04-17 12:43 am (UTC)Y escribir es un modo de ser libre.
Gracias por comentar y gracias por los ánimos. Un abrazo.
no subject
Date: 2009-04-15 09:37 am (UTC)no subject
Date: 2009-04-17 12:44 am (UTC)Seguro que me va a conducir a una falsa confianza y ésta a escribir verdaderas porquerías pero, y lo bien que me lo voy a pasar mientras las escribo?
no subject
Date: 2009-04-15 09:09 pm (UTC)Cuando escribir es como volver a casa, tal vez signifique que en verdad, verdad, sos una escritora. ¡Aún si yo te llevé en un sueño a que conocieras a tres siniestros editores a quienes no pudiste entregar tu última versión de escrito y se negaron luego a publicar nada!
Yo sigo paseando con una sola idea en mi cabeza. Quizás es hora de volver al altillo, calzarme el delantal de lana negro en donde puedo secar mi pluma sin que se note la tinta, me encasquete el gorro a juego con el gran moño rojo, y deje que el genio arda.
¡Besos, nena!
¿Dejar de escribir? ¿Vos? ¡HEREJIA!
no subject
Date: 2009-04-17 12:54 am (UTC)Ahora es "casa" otra vez, "hogar" y el sitio al que se vuelve y el sitio al que se te va la cabeza en cuanto le dejas (vamos, como estar enamorada sólo que con menos hormonas :P)
Tus editores eran LO PEORRRRRRRRRRRRRRRRR.
Escribe, mucho, siempre. Escribes con pluma en serio? Bonita imagen.
Besos cielo.
no subject
Date: 2009-04-17 03:37 am (UTC)A lo que sí puedo osar pues mi naturaleza es en gran parte plantígrada es a elogiar tu ... (todavía no he encontrado la palabra correcta).
Ahora intento entrar en mí para extraer esa palabra del sedimento de mi alma. Hace mucho tiempo que puedo encontrarte en él, hoy omnipresente con solo acariciar la superficie de ese fango oscuro... Y el material que obtengo es de tacto suave, denso, de olor intenso, bello y verde. Y es fluido y acaricia el borde de mis dedos al escurrirse entre ellos. Precisamente esa cualidad multiplica su efecto cálido y beatífico, pues al fluir entre ellos su entidad crece, inexplicable a la razón, no al sentimiento.
En suma, no hay palabra, no hay palabras...(Hoy no, al menos...).
Cuando leo, cuando te leo, entro en verano en un laberinto de hojas húmedas, de color intenso, bello y verde. Antesala de un hogar, que sé mio, pues me acoge.
¿Eres cuento?. Si es así que sea fantástico y un pelín triste.
¿Eres poema?. Que sea ardiente, directo y me lleve a tu sueño tras un fuerte orgasmo.
¿Eres prosa?. Siempre que ellos, aislados del viento, encuentren su hogar en su concha.
Te añoro desde mi dolor hoy, pues desde mi alegría siempre te tengo.
no subject
Date: 2009-04-17 04:10 am (UTC)Me avergüenzo por haber tardado más de un minuto en relacionar osar-plantígrada. Me avergüenzo mucho. Carcajada al canto a las cinco de la mañana (los vecinos mandan saludos y agradecimientos).
Muchas ideas, ninguna palabra sobre tu alma. Oscuro al leerlo, como deben ser las almas, claro al volverlo a leer.
Y el alma se va tras de, siempre.
Nunca hay palabras porque las palabras sólo son palabras. Las palabras son cansancio y las palabras no saben decir nada verdaderamente importante. Es sólo que, unas palabras bien escritas, pueden hacernos recordar algo importante que ya sabemos, pero nunca lo dirán por sí solas. Pero, si cuando me lees "todas esas cosas" habrá que seguir escribiendo, sólo faltaba. Ojalá algo así pudiese transmitirse por algo tan simple como escribir.
Los cuentos siempre deben ser bonitos y tristes a la vez, al menos en mi mundo.
Líbido pregunta dónde guardo los poemas de ese tipo y por qué nunca los ha visto. (!)
Y toda mi prosa consite en algunos "ellos" que se encuentran en una concha y se quedan ahí, en el hogar, juntos. (De hecho ese es el principal poema de toda mi prosa, que es toda igual.)
Quien está en la alegría debe estar en el dolor, porque si no pa´ qué estamos.
De todos modos, lo que soy es alguien que acostumbra a no encontrar palabras.
Soy mejor en los abrazos, así que: Un abrazo (osado, por supuesto)
no subject
Date: 2009-04-17 08:03 pm (UTC)no subject
Date: 2009-04-29 12:18 am (UTC)Pero si Becker hablaba de los personajes que dominaban su mente...suena interesante.
En realidad me da cosa haberlo escrito pero suelo pensar así a veces. No tanto la parte típica Woody Allen del Burt Reynolds (ahí se me fue la olla del todo) como la de los personajes hablando entre sí y criticándome. Acostumbro más a imaginarlos en el pasillo, aporreando la puerta y quejándose sin parar unos a otros de lo poco felices que les permito ser... No sé, siempre he tenido la cosa esa de "qué hacen los personajes fuera del texto?" Es una pregunta divertida.
Besos