(no subject)
Sep. 26th, 2011 10:28 pm![[personal profile]](https://www.dreamwidth.org/img/silk/identity/user.png)
El complejo de dios, título de doble lectura perfecto para el episodio, es de esos episodios que tienen dos caras: Lo que cuenta por sí mismo y lo que cuenta respecto a la historia global.
En lo uno y en lo otro me ha gustado mucho y no me ha convencido del todo. En cierta cuestión de fondo que trata, me ha parecido brillante, necesario.
Episodio interesante y bastante terrorífico. Aunque he echado en falta a Jack Nicholson con hacha, un niño en triciclo por el pasillo y un par de niñas gemelas diciendo “Ven a jugar con nosotras”.
Este episodio entre otros (los tres últimos principalmente) aniquila mi gran queja al final de la anterior temporada de que el Doctor había dejado de utilizar la capacidad para entender a los demás como arma. Porque cuando el Doctor se para (aún sin dejar de correr) sencillamente a entender qué demonios le pasa al “Malo” y deja de ser así “El Malo” ante nuestros ojos para ser uno más al que hay que ayudar... Es su mejor arma y es el arma que le hace lo que es. Mi “no héroe” favorito, entre otras muchas cosas.
Desde Christmast Carol ha ocurrido bastantes veces y bienvenido siga siendo.
Spoilers en adelante
Si encima, por el camino, sigue entendiendo a los demás pues qué te voy a contar. El simple detalle de captar que Rory hablaba en pasado sirve como ejemplo. Me pareció genial la última conversación entre el Doctor y Rory del episodio anterior porque, tras toda la tensión y los enfrentamientos, están ahí sentados hablando en calma y para mí, incluso por encima del “Entonces no quiero viajar contigo” y el “Me estás transformando en ti”, es cuando se ve que ya no hay vuelta atrás.
Respecto al episodio en sí: Los personajes acompañantes me han parecido todos maravillosos. Rita en la TARDIS sonaba a buena idea pero, narrativamente hablando, creo que lo que ha ocurrido era lo correcto.
Igual que el hecho de que Gibbis sobreviva (me recordaba a aquello del episodio del Titanic sobre que no puedes elegir quién se salva). Porque hay que salvar hasta a los peces de colores, hay que salvar al dios que ya sólo actúa por instinto, como un asesino en serie que quiere dejar de matar pero no puede.
Pero la gran historia aquí es la del Doctor con complejo de dios, que sabe que ha perdido ya la fe de su enfermero y que sabe cuál es su complejo, su instinto incontrolable y sus limitaciones.
“Se diría que fue su elección pero,... ofrecí a un niño una maleta llena de caramelos y se la llevó. Ofrece a alguien todo el tiempo y el espacio y obtendrás lo mismo. Por eso no debes.”[...] “Y, cuando salgamos de esta, te lo enseñaré a ti también”
“No sé de qué estas hablando pero tengo la sensación de que acabas de hacerlo de nuevo”
“Por eso no debes”.
Con todos los peros que se le puedan poner, me encanta este episodio por decir eso alto y claro. No porque se pueda decidir si está bien o mal, si merece o no la pena para sus acompañantes, sino por poner en duda que el hecho de que sea “su elección” redima de saber que te van a decir que sí. A veces dicen que no, por supuesto, pero basta con seguirlo intentando “acabas de hacerlo de nuevo”.
Desde el mismísimo primer episodio, desde Rose, he estado esperando esa confesión. Porque el Doctor sabe a lo que juega cada vez que ofrece la maleta. Todo el espacio y el tiempo, pero a su manera, según sus normas. Volvemos al episodio anterior y a Rory acusándole de no comprobar antes si había una epidemia “Es que no es así como yo viajo”, de modo que es de la otra manera como tiene que viajar quien diga sí. Y, por supuesto, siempre está el aviso: “Sí, siempre es así de peligroso” dicho por alguien que acaba de resolver una situación imposible, probablemente salvándote la vida.
Vale. Hay elección. Pero.
La verdad, si hay algo que me ha gustado desde el comienzo de la época Moffat es cómo se ha tratado eso. Porque lo eché de menos en muchos momentos antes y porque de forma especial después de todo lo ocurrido, de Rose, Martha, Donna y Rose otra vez y Jack y tantos otros, después de aquella decisión de viajar solo al final, creo que lo único coherente es que el Doctor tenga “problemas de conciencia” (por llamarlo de algún modo) con el tema de llevarse a gente de paseo.
Estaba esa maravillosa conversacion entre el Doctor y Rose en Reunión escolar en que él le hablaba de la maldición de ser un señor del tiempo “Ver envejecer y morir a alguien a quien... (quieres)” Y Rose hablaba de que acababa de ver realmente el futuro, en Sarah Jane, cómo acabaría ella “nos dejas atrás”.
Eso ya es, ya es bastante, pero está lo otro: Cómo acaba Rose, cómo acaba Martha, cómo acaba Donna, para qué nombrar a Jack, Mickey sale más o menos ileso, Jackie podemos decir que sale mejor parada pero podemos hablar de los que se quedan en el camino antes: Rita, esta vez, Astrid, Jenny...
También está esa buena frase mal colocada que dice Rory en Vampiros de Venecia sobre que el gran problema con el Doctor es que hace que las personas estén dispuestas a ponerse en peligro para no decepcionarle.
Es lo que hay y él lo sabe. Y todos sabemos que él “no sabe” estar solo, es peligroso cuando está solo y, claro, merece la pena porque va a salvar mundos y mundos y porque quienes le acompañan van a tener la preciosa maleta de espacio y tiempo pero, de nuevo Rory da en el clavo (ahora con mayor credibilidad, que para eso ha pasado tiempo con él): Cada vez que el Doctor se acerca de forma amistosa a alguien me dan ganas de ir a darle el pésame a sus allegados.
Pues eso. Que, para empezar, me ha gustado desde el principio esos toques de conciencia respecto a lo dañino que puede ser para las personas. En La Pandórica se abre, el Doctor confiesa que invitó a Amy porque veía sinsentidos en su vida (la casa llena de habitaciones vacías) lo que, desde este punto de vista, podríamos considerar una buena excusa sobre la que autojustificarse. Pero, antes y más importante, en cuanto Amy le cuenta que va a casarse e intenta besarle, lo primero que hace el Doctor es ir a por Rory para evitar que el hecho de estar viviendo tantas cosas lejos de él pueda provocar que Amy acabe alejándose realmente de Rory. Luego, de nuevo, todo se complica, Rory desaparece... Tras el “arreglo” el Doctor ofrece el viaje de novios, después les avisa para loqueseaquepasarealmente en Estados Unidos y luego todo se complica de nuevo y hay una nueva excusa para seguir con ellos. (No voy a insistir en que no entiendo qué demonios hacen en los últimos capítulos paseándose en lugar de buscar a Melody... quizá, lo dudo, lo sepa en un par de semanas)
El caso es que, por más que los compañeros sean imprescindibles narrativamente y sea coherente que los lleve en base a la personalidad del personaje por el tema de que solo es peligroso (y yo considero que eso es canon, véase Las aguas de Marte), me chirriaba cuando no estaba y aprecio cuando está el poner de manifiesto que les está poniendo en peligro de muerte y, en el mejor de los casos, que sabe que van a acabar en “el camino lento”, en el mundo normal, después de una época de emociones constantes. No me explico más: Véase a Sarah Jane, Jack, etc.
A lo que iba hace varias páginas: Aunque supongo que Amy y Rory volverán, su salida me parece de las más honrosas en lo que al Doctor se refiere. Que nadie me venga con que decide por ellos... sólo se lo pone fácil. Rory ya está decidido, Amy no va a dejar a Rory por seguir con el Doctor (de nuevo, canon para mí desde La decisión de Amy) pero, sobre todo, ni siquiera le lleva la contraria cuando él le pide que deje de creer en él. Amy, en el fondo, como él, sabe que se ha aferrado a la fe en él (que tiene su lógica también, al fin y al cabo le vio salvar el mundo, el universo, le dio una infancia con sus padres, le salvó la vida a ella, a Rory, a la mitad de los que se cruzaron por su camino...) huyendo de toda la locura de vida en cachitos que la maldita grieta en su habitación le había dejado. Y, a veces, el Doctor fastidiaba más las cosas, pero siempre estaba esa esperanza de que al final... lo arregase todo.
Y el Doctor sabe mejor que Amy, por eso había que decirlo, que no siempre puede arreglarlo todo, ni siquiera las cosas que él mismo ha estropeado.
Y es por esto que me gusta mucho esta resolución aunque me fastidie un poco la identificación con crecer. Tampoco me gusta lo de Amy Williams (que no lo veo, aún teniendo en cuenta que en la cultura británica eso no significa lo mismo que aquí... precisamente no lo veo porque el Doctor no es británico tampoco, pero va).
Me fastidia el montaje en que, por un momento, Amy niña sustituye a Amy adulta, por puro facilón. Y, sobre todo, creo que la cuestión de perder la fe en él es tan potente que no había que meter nada más ahí. ”Robé tu niñez”?????? Yo no lo veo. Le falló en su niñez y ha vuelto a fallarle varias veces pero de que robó su niñez nada: Le devolvió una niñez con sus padres, de hecho.
Sin embargo, “te llevé de la mano a tu muerte. Pero lo peor es que lo sabía, sabía que pasaría: Es lo que siempre pasa. Olvida tu fe en mí. Te llevé conmigo porque era vanidoso, porque quería ser adorado”
No es crecer, es perder la fe en el héroe y verle como a un “hombre/Señor del tiempo” que no es un dios y no puede con todo. “Sólo un loco en una cabina azul”. Mentira que disfraza una verdad. Pero mentira al fin y al cabo. Mentira piadosa.
La llevo con él porque no sabe estar solo. Claro que, no puedes decirle eso a alguien a quien intentas convencer de que te deje atrás.
En lo uno y en lo otro me ha gustado mucho y no me ha convencido del todo. En cierta cuestión de fondo que trata, me ha parecido brillante, necesario.
Episodio interesante y bastante terrorífico. Aunque he echado en falta a Jack Nicholson con hacha, un niño en triciclo por el pasillo y un par de niñas gemelas diciendo “Ven a jugar con nosotras”.
Este episodio entre otros (los tres últimos principalmente) aniquila mi gran queja al final de la anterior temporada de que el Doctor había dejado de utilizar la capacidad para entender a los demás como arma. Porque cuando el Doctor se para (aún sin dejar de correr) sencillamente a entender qué demonios le pasa al “Malo” y deja de ser así “El Malo” ante nuestros ojos para ser uno más al que hay que ayudar... Es su mejor arma y es el arma que le hace lo que es. Mi “no héroe” favorito, entre otras muchas cosas.
Desde Christmast Carol ha ocurrido bastantes veces y bienvenido siga siendo.
Spoilers en adelante
Si encima, por el camino, sigue entendiendo a los demás pues qué te voy a contar. El simple detalle de captar que Rory hablaba en pasado sirve como ejemplo. Me pareció genial la última conversación entre el Doctor y Rory del episodio anterior porque, tras toda la tensión y los enfrentamientos, están ahí sentados hablando en calma y para mí, incluso por encima del “Entonces no quiero viajar contigo” y el “Me estás transformando en ti”, es cuando se ve que ya no hay vuelta atrás.
Respecto al episodio en sí: Los personajes acompañantes me han parecido todos maravillosos. Rita en la TARDIS sonaba a buena idea pero, narrativamente hablando, creo que lo que ha ocurrido era lo correcto.
Igual que el hecho de que Gibbis sobreviva (me recordaba a aquello del episodio del Titanic sobre que no puedes elegir quién se salva). Porque hay que salvar hasta a los peces de colores, hay que salvar al dios que ya sólo actúa por instinto, como un asesino en serie que quiere dejar de matar pero no puede.
Pero la gran historia aquí es la del Doctor con complejo de dios, que sabe que ha perdido ya la fe de su enfermero y que sabe cuál es su complejo, su instinto incontrolable y sus limitaciones.
“Se diría que fue su elección pero,... ofrecí a un niño una maleta llena de caramelos y se la llevó. Ofrece a alguien todo el tiempo y el espacio y obtendrás lo mismo. Por eso no debes.”[...] “Y, cuando salgamos de esta, te lo enseñaré a ti también”
“No sé de qué estas hablando pero tengo la sensación de que acabas de hacerlo de nuevo”
“Por eso no debes”.
Con todos los peros que se le puedan poner, me encanta este episodio por decir eso alto y claro. No porque se pueda decidir si está bien o mal, si merece o no la pena para sus acompañantes, sino por poner en duda que el hecho de que sea “su elección” redima de saber que te van a decir que sí. A veces dicen que no, por supuesto, pero basta con seguirlo intentando “acabas de hacerlo de nuevo”.
Desde el mismísimo primer episodio, desde Rose, he estado esperando esa confesión. Porque el Doctor sabe a lo que juega cada vez que ofrece la maleta. Todo el espacio y el tiempo, pero a su manera, según sus normas. Volvemos al episodio anterior y a Rory acusándole de no comprobar antes si había una epidemia “Es que no es así como yo viajo”, de modo que es de la otra manera como tiene que viajar quien diga sí. Y, por supuesto, siempre está el aviso: “Sí, siempre es así de peligroso” dicho por alguien que acaba de resolver una situación imposible, probablemente salvándote la vida.
Vale. Hay elección. Pero.
La verdad, si hay algo que me ha gustado desde el comienzo de la época Moffat es cómo se ha tratado eso. Porque lo eché de menos en muchos momentos antes y porque de forma especial después de todo lo ocurrido, de Rose, Martha, Donna y Rose otra vez y Jack y tantos otros, después de aquella decisión de viajar solo al final, creo que lo único coherente es que el Doctor tenga “problemas de conciencia” (por llamarlo de algún modo) con el tema de llevarse a gente de paseo.
Estaba esa maravillosa conversacion entre el Doctor y Rose en Reunión escolar en que él le hablaba de la maldición de ser un señor del tiempo “Ver envejecer y morir a alguien a quien... (quieres)” Y Rose hablaba de que acababa de ver realmente el futuro, en Sarah Jane, cómo acabaría ella “nos dejas atrás”.
Eso ya es, ya es bastante, pero está lo otro: Cómo acaba Rose, cómo acaba Martha, cómo acaba Donna, para qué nombrar a Jack, Mickey sale más o menos ileso, Jackie podemos decir que sale mejor parada pero podemos hablar de los que se quedan en el camino antes: Rita, esta vez, Astrid, Jenny...
También está esa buena frase mal colocada que dice Rory en Vampiros de Venecia sobre que el gran problema con el Doctor es que hace que las personas estén dispuestas a ponerse en peligro para no decepcionarle.
Es lo que hay y él lo sabe. Y todos sabemos que él “no sabe” estar solo, es peligroso cuando está solo y, claro, merece la pena porque va a salvar mundos y mundos y porque quienes le acompañan van a tener la preciosa maleta de espacio y tiempo pero, de nuevo Rory da en el clavo (ahora con mayor credibilidad, que para eso ha pasado tiempo con él): Cada vez que el Doctor se acerca de forma amistosa a alguien me dan ganas de ir a darle el pésame a sus allegados.
Pues eso. Que, para empezar, me ha gustado desde el principio esos toques de conciencia respecto a lo dañino que puede ser para las personas. En La Pandórica se abre, el Doctor confiesa que invitó a Amy porque veía sinsentidos en su vida (la casa llena de habitaciones vacías) lo que, desde este punto de vista, podríamos considerar una buena excusa sobre la que autojustificarse. Pero, antes y más importante, en cuanto Amy le cuenta que va a casarse e intenta besarle, lo primero que hace el Doctor es ir a por Rory para evitar que el hecho de estar viviendo tantas cosas lejos de él pueda provocar que Amy acabe alejándose realmente de Rory. Luego, de nuevo, todo se complica, Rory desaparece... Tras el “arreglo” el Doctor ofrece el viaje de novios, después les avisa para loqueseaquepasarealmente en Estados Unidos y luego todo se complica de nuevo y hay una nueva excusa para seguir con ellos. (No voy a insistir en que no entiendo qué demonios hacen en los últimos capítulos paseándose en lugar de buscar a Melody... quizá, lo dudo, lo sepa en un par de semanas)
El caso es que, por más que los compañeros sean imprescindibles narrativamente y sea coherente que los lleve en base a la personalidad del personaje por el tema de que solo es peligroso (y yo considero que eso es canon, véase Las aguas de Marte), me chirriaba cuando no estaba y aprecio cuando está el poner de manifiesto que les está poniendo en peligro de muerte y, en el mejor de los casos, que sabe que van a acabar en “el camino lento”, en el mundo normal, después de una época de emociones constantes. No me explico más: Véase a Sarah Jane, Jack, etc.
A lo que iba hace varias páginas: Aunque supongo que Amy y Rory volverán, su salida me parece de las más honrosas en lo que al Doctor se refiere. Que nadie me venga con que decide por ellos... sólo se lo pone fácil. Rory ya está decidido, Amy no va a dejar a Rory por seguir con el Doctor (de nuevo, canon para mí desde La decisión de Amy) pero, sobre todo, ni siquiera le lleva la contraria cuando él le pide que deje de creer en él. Amy, en el fondo, como él, sabe que se ha aferrado a la fe en él (que tiene su lógica también, al fin y al cabo le vio salvar el mundo, el universo, le dio una infancia con sus padres, le salvó la vida a ella, a Rory, a la mitad de los que se cruzaron por su camino...) huyendo de toda la locura de vida en cachitos que la maldita grieta en su habitación le había dejado. Y, a veces, el Doctor fastidiaba más las cosas, pero siempre estaba esa esperanza de que al final... lo arregase todo.
Y el Doctor sabe mejor que Amy, por eso había que decirlo, que no siempre puede arreglarlo todo, ni siquiera las cosas que él mismo ha estropeado.
Y es por esto que me gusta mucho esta resolución aunque me fastidie un poco la identificación con crecer. Tampoco me gusta lo de Amy Williams (que no lo veo, aún teniendo en cuenta que en la cultura británica eso no significa lo mismo que aquí... precisamente no lo veo porque el Doctor no es británico tampoco, pero va).
Me fastidia el montaje en que, por un momento, Amy niña sustituye a Amy adulta, por puro facilón. Y, sobre todo, creo que la cuestión de perder la fe en él es tan potente que no había que meter nada más ahí. ”Robé tu niñez”?????? Yo no lo veo. Le falló en su niñez y ha vuelto a fallarle varias veces pero de que robó su niñez nada: Le devolvió una niñez con sus padres, de hecho.
Sin embargo, “te llevé de la mano a tu muerte. Pero lo peor es que lo sabía, sabía que pasaría: Es lo que siempre pasa. Olvida tu fe en mí. Te llevé conmigo porque era vanidoso, porque quería ser adorado”
No es crecer, es perder la fe en el héroe y verle como a un “hombre/Señor del tiempo” que no es un dios y no puede con todo. “Sólo un loco en una cabina azul”. Mentira que disfraza una verdad. Pero mentira al fin y al cabo. Mentira piadosa.
La llevo con él porque no sabe estar solo. Claro que, no puedes decirle eso a alguien a quien intentas convencer de que te deje atrás.