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Una vez, leí una entrevista a Steven Spielberg en la que decía que para él todo iba bien si tenía al menos tres buenas ideas al día.
Y yo, que de aquella estaba empezando a escribir, pensé “¡Estoy perdida!”
Indudablemente, no soy Steven Spielberg, ni me acerco.
Hoy, haciendo un extraño y absurdo repaso a mi vida, pensaba que hubo unos años en que los cambios eran palpables. Siempre he clasificado épocas “desde”-“hasta” un cambio importante. En los últimos años me cuesta. Pensaba en lo poco emocionante que parece mi vida a simple vista. Y en lo poco que me importa ese hecho.
Solía decir, de aquella, que yo estaba en el mundo para sentir y eso era lo único que quería. Sentir.
Las cosas cambian. A veces a grandes saltos y otras despacio y con cuidado. Cambian como un paisaje que se corta en una falla, o como un paisaje que se transforma lentamente y, paso tras paso, no observas variación pero puedes darte cuenta, si miras con atención, que has llegado sin darte cuenta a lo alto de una colina, que el arroyo va creciendo, que unas flores dejan paso a otras, detalles, detalles, detalles. Y un camino recorrido entretanto.
No es que yo no sea una persona de grandes ideas, es que no soy una persona de grandes nada. Soy una persona de cosas pequeñas. De las que pedían microscopios en lugar de telescopios.
O, “Telescopios abajo”, de decía Salinas.
Nada importante ha ocurrido hoy, ni ayer, ni mañana. Cuando ocurren cosas importantes, de hecho, son piedras cayendo en un lago, y yo ni siquiera me fijo en el hecho, sólo observo las ondas una por una, sigo observándolas mucho tiempo después.
Y, pensaba, que para mí las cosas van bien si, al menos tres veces al día, algo me causa un escalofrío, me hace respirar como si no me fuese a llegar el aire, me hace sonreír tanto que acabo preguntándome cuál es la razón. Siempre la hay.
Sentir, simplemente. No esperar a que algo ocurra, no tener que recordar algo que ocurrió para pensar que fue importante. Sentir, sólo eso.
Tres veces al día, como poco, sin horarios marcados. Así que sólo puedo decir que todo va bien aunque a veces mire y no lo parezca.
Y yo, que de aquella estaba empezando a escribir, pensé “¡Estoy perdida!”
Indudablemente, no soy Steven Spielberg, ni me acerco.
Hoy, haciendo un extraño y absurdo repaso a mi vida, pensaba que hubo unos años en que los cambios eran palpables. Siempre he clasificado épocas “desde”-“hasta” un cambio importante. En los últimos años me cuesta. Pensaba en lo poco emocionante que parece mi vida a simple vista. Y en lo poco que me importa ese hecho.
Solía decir, de aquella, que yo estaba en el mundo para sentir y eso era lo único que quería. Sentir.
Las cosas cambian. A veces a grandes saltos y otras despacio y con cuidado. Cambian como un paisaje que se corta en una falla, o como un paisaje que se transforma lentamente y, paso tras paso, no observas variación pero puedes darte cuenta, si miras con atención, que has llegado sin darte cuenta a lo alto de una colina, que el arroyo va creciendo, que unas flores dejan paso a otras, detalles, detalles, detalles. Y un camino recorrido entretanto.
No es que yo no sea una persona de grandes ideas, es que no soy una persona de grandes nada. Soy una persona de cosas pequeñas. De las que pedían microscopios en lugar de telescopios.
O, “Telescopios abajo”, de decía Salinas.
Nada importante ha ocurrido hoy, ni ayer, ni mañana. Cuando ocurren cosas importantes, de hecho, son piedras cayendo en un lago, y yo ni siquiera me fijo en el hecho, sólo observo las ondas una por una, sigo observándolas mucho tiempo después.
Y, pensaba, que para mí las cosas van bien si, al menos tres veces al día, algo me causa un escalofrío, me hace respirar como si no me fuese a llegar el aire, me hace sonreír tanto que acabo preguntándome cuál es la razón. Siempre la hay.
Sentir, simplemente. No esperar a que algo ocurra, no tener que recordar algo que ocurrió para pensar que fue importante. Sentir, sólo eso.
Tres veces al día, como poco, sin horarios marcados. Así que sólo puedo decir que todo va bien aunque a veces mire y no lo parezca.
no subject
Date: 2006-12-15 09:05 pm (UTC)no subject
Date: 2006-12-17 06:16 pm (UTC)Creo realmente que si no te cierras a ver todo lo que ocurre a tu alrededor, vives. Por más que no parezca emocionante lo es.
Grandes pequeñas cosas en las que captar los matices. Exactamente eso.
Más de tres veces al día...NO es que no pida más, lo pido, quiero cosas emocionantes e inmensas pero no perderme las pequeñas, creo que eso sería aún peor.
no subject
Date: 2006-12-18 04:03 pm (UTC)Todo va bien si al menos 3 veces al día puedo sentir.
Me parece que la apatía debe ser el principio de la muerte, o mejor dicho, de la no-vida :S
no subject
Date: 2006-12-18 04:53 pm (UTC)Aún así, reconozco que no estaría mal lo de las tres grandes ideas (sobre todo si rentasen tanto como a Spielberg ;))
Love tu icono. Exceso de fanfic me tiene medio tonta.
Besos
no subject
Date: 2006-12-18 07:22 pm (UTC)